4 de febrero de 2008

OPINIÓN: El derecho a decidir

Como ser humano, como ciudadana y, sobre todo, como mujer me siento indignada ante la persecución que se está produciendo en torno al tema del aborto y las clínicas que lo practican. Se ha generado una situación de crispación y alarma social totalmente falsa, manipulada por la Iglesia y por una derecha exaltada que nos retrotrae a tiempos que es mejor no recordar. El sector más rancio y conservador de la sociedad ha resurgido cual ave fénix de sus cenizas, ha salido a la calle y ha hecho uso de la demagogia, la mentira y la intimidación intentando imponer el miedo y el que creen, según su criterio, que es el modelo de familia "normal", modelo de familia que se basa en el control de la sexualidad de la mujer negándole la libertad para decidir sobre su vida y sobre su cuerpo.

Siento vergüenza de vivir en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en la que no se respetan los derechos fundamentales de la mujer, no se respeta un derecho como la interrupción de un embarazo dentro de los supuestos que establece la ley, en la que se criminaliza aquello que no sigue las pautas de la Iglesia católica, la Cope y el Partido Popular.

Brindo mi apoyo y solidaridad a todas las mujeres que han estado o están en una situación injusta, indefensa y temerosa. Mostrando nuevamente mi total repulsa a manifestaciones y acciones en contra de la libertad de la mujer, de una vez por todas: "Saquen sus rosarios de nuestros ovarios".

MIREIA PILAR RUIZ MANRESA
04/02/2008

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